En la diestra de Dios Padre

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En la diestra de Dios Padre de Tomás Carrasquilla

Peralta es una persona bondadosa y caritativa, se quitaba el pan de la boca para dárselo a los más pobres. Su hermana cada día de le daba “cantaleta” como él decía, pero Peralta solo a ignoraba. Un día llegaron a la puerta de su casa dos forasteros que resultaron ser Jesús y Pedro probándole su humildad y concederle cinco deseos, que con ellos logra burlar al Diablo y La muerte


Contexto Histórico

La labor del novelista que quiera reflejar en su obra la vida ambiente, es de suyo agria y espinosa; mayormente en ciudades reducidas. La maledicencia, que a todos nos enferma, encuentra en cada novela de esta índole amplio campo para sus lucubraciones y es lo hermoso del caso que nadie se fija en los personajes buenos o elevados de una ficción novelesca, para buscarles el original en la vida real y efectiva; pero no se trate de un tipo malvado o ridículo.


Resumen En la diestra de Dios Padre

La historia trata de un hombre llamado Peralta, era un hombre muy generoso, y caritativo el cual ayudaba al que se ponía enfrente, aunque el se quedara sin comer pero a los demás les daba lo que tenia sus hermanas le decían que no fuera tan tonto que se pasaba de bueno pero él, como buen hombre que era no le interesaba y al contrario les daba mas y mas y sucedió que un día, por la noche llegaron unos peregrinos, uno de avanzada edad y el otro mas joven con el pelo muy largo, Peralta como buen hombre que era les dio posada en su casa y los invito a cenar aunque no tenia que ofrecerles, su hermana los superviso con una mirada que casi los desnudaba. Los dos peregrinos eras muy buenos y desprendían un olor muy bonito de rosas, la hermana les ofreció de comer y se dirigió a la cocina pero ya sabia que no había ni un grano de sal ahí pero su sorpresa fue que la despensa estaba llena, ella decía que era un milagro, y una recompensa que Dios le había enviado a su hermano por ser tan bueno. Al siguiente día despertó Peralta, y vio una mochila llena de onzas del Rey, muy asombrado, le dijo a su hermana y esta corrió la voz por todo el pueblo, pero como Peralta era un hombre muy honrado se dio a la tarea de alcanzar a los dos peregrino y al cabo de mucho camino los encontró y les devolvió el dinero, fue entonces cuando los peregrinos le dijeron que el mas viejo era San Pedro el que tenia las llaves del cielo y el mas joven era Jesús el Nazareno. Que le dijeron que habían dejado esa mochila a propósito para probar la honradez de Peralta, y por ello Jesús le dio cinco deseos.

Su primer deseo fue que el ganara el juego cada vez que quisiera, el segundo fue que quería que le mandara por adelante a la muerte, el tercero fue que el tuviera a quien quisiera y donde quisiera y el tiempo que fuera hasta que el quisiera, el cuarto fue que se hiciera chiquito como una hormiga, y el ultimo fue que el diablo no le hiciera trampa.

El primer deseo le sirvió ya que les ganaba toda la plata a los ladrones y aprovechados que lo querían estafar viendo que tenia muchas onzas del Rey. Con esto compro casa para asistir a los enfermos y el pagaba las medicinas y curaba a los leprosos y él ni si quiera se compraba ropas nuevas en cambio su hermana vivía con todo el lujo. El segundo y el tercero le resultaron a la perfección ya que la muerte un día llego y toco a su puerta pero Peralta, le dijo que se subiera a un aguacate que tenia para que divisara el pueblo pero le dijo que no se bajara hasta que le diera la gana así que pasaron años y epidemias y nadie se moría, hasta que tuvieron que bajar San Pedro y Jesús para pedirle a Peralta que dejara a la muerte y este accedió, con la condición de que la muerte no le hiciera nada. El primero también lo puso en practica con el diablo y le gano todas las almas del infierno, por lo cual el diablo se quedo llorando de ahí se dirigió al cielo y San Pedro al ver esa multitud, atranco las puertas del cielo. Tuvo que hablar con el Padre y después de llegar a un acuerdo de que las almas no podían entrar al cielo, las mando a la tierra pero esas almas no iban a tener salvación por lo que por siempre se quedarían en la tierra, al final Dios le dio a escoger uno de los tres lugares de la Santísima Trinidad y Peralta se hizo chiquito como una hormiga y se abrazo a la cruz.



Espacios

El camino real del rey: “Este dizque era un hombre que se llamaba Peralta. Vivía en un pajarate muy grande y muy viejo, en el propio camino real y afuerita de un pueblo donde vivía el Rey…” (P. 1)

Casa de Peralta: “…se quitaba el pan de la boca y los trapitos del cuerpo para dárselos a los pobres; y por eso era que estaba en la pura inopia; y a la hermana se la llevaba el diablo con todos los limosneros y leprosos que Peralta mantenía en la casa…” (P. 1)

La cocina de la casa de Peralta: “…le dijo Peralta a la hermana: "Hija, date una asomaíta por la despensa; desculcá por la cocina, a ver si encontrás alguito que darles a estos señores…” (P. 2)

El granero: “…y por allá, junto al granero, había sobre una horqueta un bongo di arepas di arroz, tan blancas, tan esponjadas, y tan bien asaítas, que no parecían hechas de mano de cocinera…” (P. 2 )

La tarima de la casa de Peralta: “…y con todito aquel contento que le bailaba en el cuerpo sargentió por todas partes, y con lo menos roto y menos sucio de la casa les arregló las camitas en las dos puntas de la tarima…” (P. 2)

El árbol : “…Con tamaña lengua a fuera se sentó un momentico a la sombra di un árbol, cuando los divisó por allá muy arriba, casi a punto de trastornar el alto…” (P. 2)

Casa para los enfermos: “…La caridá de Peralta fué creciendo tanto que tuvo que conseguir casas pa recoger los enfermos y los lisiaos; y él mismo pagaba las medecinas, y él mismo con su misma mano se las daba a los enfermos…” (P. 5 )

La grima, en la casa de Peralta: “…Estaba un día Peralta solo en grima en dichosa la casa, haciendo los montoncitos de plata pa repartir, cuando, ¡tun, tun! en la puerta. Fué a abrir, y... ¡mi amo de mi vida! ¡Qué escarramán tan horrible! Era la Muerte…” (P. 5)

Horqueta: “…La Muerte, que es muy ágil, dió un brinco y se montó en una horqueta del aguacatillo; se echó la desjarretadera al hombro y se puso a divisar. "¡Dáte descanso, viejita, hasta qui a yo me dé la gana -le dijo Peralta- que ni Cristo, con toda su pionada, te baja…” (P. 5)

El cielo: “…Pero viendo que la molienda seguía, cerró la puerta, se coló al Cielo y le dijo al Señor: "Maestro; toda la vida l'he servido con mucho gusto; pero ai l'entrego el destino; ¡esto sí no lo aguanto yo! ¡Póngame algotro oficio qui'hacer o saque algún recurso!". Cristico y San Pedro se fueron por allá a un rincón a palabriase…” (P. 6)


Opinión

El cuento es muy bueno aunque la historia ya me la sabia pero con otro final, pero este final no es del todo desagradable, en general me gusto es una muy buena historia que te mantiene muy entretenido en la obra, el lenguaje se me hizo un poco difícil porque algunas frases no las entendía, pero al final te deja un buen mensaje esta obra, bueno mi interpretación seria el no ser tan excesivamente caritativo y el no provocar un caos mundial si no ser lo mas bondadoso y caritativo que puedas pero sin excesos.