Diferencia entre revisiones de «El legado Peabody»

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Este es el desenlace de "El legado Peabody". El narrador se da cuenta de que su bisabuelo era un auténtico brujo. A través de los sueños, tiene las visiones oportunas para conectar todos los hilos que le faltan. El gato, Balor, no es un gato doméstico cualquiera, sino un demonio que se asegura de que el brujo se haga cargo de sus responsabilidades malignas. El protagonista acepta su destino con resignación y se pregunta quién le dará la vuelta a sus restos.
 
Este es el desenlace de "El legado Peabody". El narrador se da cuenta de que su bisabuelo era un auténtico brujo. A través de los sueños, tiene las visiones oportunas para conectar todos los hilos que le faltan. El gato, Balor, no es un gato doméstico cualquiera, sino un demonio que se asegura de que el brujo se haga cargo de sus responsabilidades malignas. El protagonista acepta su destino con resignación y se pregunta quién le dará la vuelta a sus restos.
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[[Categoría: Resúmenes]]

Última revisión de 14:30 4 feb 2015

El legado Peabody es un relato escrito por August Derleth a partir de unas notas de H.P. Lovecraft.

Resumen

El último descendiente de los Peabody recibe en su herencia una antigua casa en la que había habitado su bisabuelo. Decide mudarse a ella y reformarla para mantenerla, pero descubre que su bisabuelo no era muy querido en el pueblo. La razón por la cual Peabody producía rechazo es muy escalofriante.

Personajes

Narrador: Desconocemos su nombre, pero es miembro de la familia Peabody. La personalidad del protagonista de este relato es un tanto neutral, sin apenas matices. Es el hilo conductor de la historia y solo sirve para que avance.

Asaph Peabody: Es el bisabuelo del narrador, al que, por cierto, jamás conoció. Tiene reputación de brujo; además, vivía apartado del pueblo y circulaban extrañas leyendas sobre el hombre mientras este vivía.

Balor: Es el gato de Asaph Peabody.

Resumen extenso

Parte 1

A la muerte de los padres del narrador, este recibe la herencia de la familia Peabody. En realidad, no hay mucho dinero, pero sí una propiedad en el noroeste de Wilbraham, Massachusetts. El narrador decide vender su casa de Boston y trasladarse a la de su familia. La casa es un amasijo de estilos, pero, aún así, tiene su personalidad y al joven le gusta, por lo que decide acometer algunas reformas para acondicionarla: agua, luz, etc. La casa contiene un panteón familiar, y entre los proyectos del narrador, quiere trasladar a todos los miembros de la familia Peabody a este lugar. Comprueba que haya sitio. El ataúd de Jedediah Peabody está vacío, pues fue el que construyó esa casa en el siglo XVIII, y, obviamente, su cadáver ya se ha consumido. El muchacho también ve el ataúd de Asaph Peabody y se da cuenta de que lo han enterrado boca abajo, por lo que respetuosamente le da la vuelta a los restos de su antepasado.

Parte 2

El protagonista empieza a tener sueños extraños esa noche e, incluso, la impresión de que hay alguien más en la casa, pero no le da mayor importancia. El arquitecto que le está haciendo las remodelaciones le descubre una habitación extra. Aunque la sugiere que la destruya, él prefiere quedarse con ella porque está relacionado con su familia.

Ahora que se va haciendo con Wilbraham, se da cuenta de que la gente del pueblo le contempla con recelo y hostilidad. El abogado que le lleva los papeles le cuenta que su bisabuelo Asaph tenía una fama peculiar: creían que era un brujo. Además, mientras él habitaba la casa, desaparecieron varios niños pequeños del pueblo. Se da la circunstancia curiosa de que, ahora que hay otro Peabody en la casa, otro niño se ha perdido y la gente supersticiosa relaciona los hechos.

Parte 3

Los sueños raros continúa. En ellos, el protagonista ve visiones entrecortadas de su bisabuelo y el gato negro que lo acompañaba a todas partes. Sigue sin darle importancia. Mientras tanto, las reformas en la casa continúan y un grupo de trabajadores descubren algo terrible: un montón de cráneos pequeños emparedados. Por supuesto, se van sin decir nada y no vuelven a la casa. El protagonista, horrorizado, pero sin mucha sangre en las venas, guarda los cráneos en el ataúd de Jedediah en el panteón familiar.

Decide inspeccionar la habitación extra de la casa y descubre las pisadas de un hombre y su gato. Además, en el escritorio hay un bulto tendido y un líquido viscoso. No tarda en descubrir que es sangre. El protagonista coge algunos libros para investigar, entre ellos Malleus Maleficarum y Daeinonialitas de Sinistrari.

Esto se relaciona fácilmente con la reputación de brujo que tenía su bisabuelo. El protagonista decide continuar con su investigación y descubre una noticia en la hemeroteca del pueblo en la que se alude al extraño enterramiento que Asaph Peabody sufrió: se le enterró boca abajo precisamente para evitar su regreso, ya que así es como deben quedar los brujos. Pero él le había dado la vuelta a los huesos...

Parte 4

Este es el desenlace de "El legado Peabody". El narrador se da cuenta de que su bisabuelo era un auténtico brujo. A través de los sueños, tiene las visiones oportunas para conectar todos los hilos que le faltan. El gato, Balor, no es un gato doméstico cualquiera, sino un demonio que se asegura de que el brujo se haga cargo de sus responsabilidades malignas. El protagonista acepta su destino con resignación y se pregunta quién le dará la vuelta a sus restos.